Mis ojos se forzaron más de lo normal por abrirse, por tratar de abrir y ver claramente todo lo que sucedía en el exterior, tenia gran curiosidad por saber quién era Megan, en donde rayos estaba, tantas dudas sin resolver por mis ojos que no abrían aunque lo intentara.
Escuche la puerta cerrarse, y el sonido de un celular.
– ¿hermana? –Escuche La voz de la idiota que me había insultado–si, ella aun sigue inconsciente–le contesto a una pregunta que no pude escuchar–el plan está en marcha. Adiós.
En ese instante mis ojos se abrieron como dos platos. Lo primero que vislumbre fue una molesta e irritante luz, parpadee un par de veces. Luego examine el lugar en el que me encontraba. Papel tapiz negro, alfombra roja, y una cama matrimonial con sabanas de color negro y rojo, oh Dios, me encontraba en la pieza de Daniel. Lo siguiente que alcance a ver fue una hermosa y seductora mujer con un vestido rojo, alta, con pelo largo y ondulado color rojizo, ojos grandes y azules, silueta de pasarela, piel blanca como la nieva y sonrisa diabólica.
–Despertaste–anunció la mujer
– ¿Quién eres? –inquirí.
–Megan Green–respondió con una increíble voz aguda y suave.
La puerta de la habitación de Daniel se abrió de par en par.
– ¡despertaste! –Manifestó Daniel con una gran sonrisa en el rostro–me alegro que estés bien–dijo mientras me abrazaba.
– ¿qué hago aquí? –pregunte confundida.
–Agradécele a Megan, mi novia–me quede fría. ¿¿Su novia?? La piel se me erizo al ver a Megan y a Daniel besándose, en realidad no me imaginaba que Daniel tuviera novia y mucho menos que fuera tan perfectamente diabólica, Megan me brindaba un aire de desconfianza, había algo en ella, una aire familiar y un no sé que me decía que ella era mala, su mirada siniestra y macabra me advertía peligro.
– ¡tu novia!? –logre decir después de que mi mente trato de procesar la información– ¿Cuándo? ¿Dónde? –le interrogue aun estupefacta.
–La conocí el día en que desapareciste–respondió acercándose más a Megan–en…
– ¡espera! –le interrumpí– ¿el día en que desaparecí?
–la noche que nos fuimos avril, Sebastián y yo. Tú desapareciste desde esa noche–informó–Joseph comentó que Austin te había raptado y que…
– ¡Austin no me rapto! –grité con ímpetu a la vez que volvía interrumpir a Daniel–fue Alex el estúpido que me rapto.
– ¿Alex? –Inquirió Daniel–el maldito esclavo de Billy?
–el mismo–dije–el desgraciado me llevo a un callejón, luego recibió una llamada de Billy y desapareció dejándome sola en una calle desconocida…
–pero unos motociclistas te estaban acosando…no? –interrumpió Megan
–No he terminado de contar la historia–exprese con cierta furia, esa Megan me provocaba una adversidad y una ira inexplicable– camine por las calles perdida, allí unos motociclistas ebrios empezaron a perseguirme, luego solo visualice un negro y no recuerdo más.
–Megan te salvo la vida–vociferó Daniel–por si no lo sabías, Megan no es humana.
Lo presentía, la belleza de Megan era fuera de este mundo, y su presencia era algo sobrenatural.
–Es una hechicera–confesó Daniel, automáticamente la palabra hechicera me causó una sensación de escalofríos y rencor, la palabra hechicera la asociaba con Elizabeth, esa vieja bruja que me traía malos recuerdos. –pero no es como Elizabeth–objetó–ella es una hechicera buena, no le haría daño ni a una mosca.
–y que tiene que ver que sea hechicera, con que me haya salvado la vida? –protesté
–mi magia te salvo nena–explico la inútil hablándome con un tono gentil. Como si fuera una pequeña niña–pude percibirte y supe inmediatamente donde te hallabas.
–cuando te encontramos, un motociclista te llevaba inconsciente en su motocicleta. Te habían drogado–aclaró Daniel.
Al menos debía de reconocer que me Megan me había salvado de un final espantoso, aun así mi sexto sentido o simple intuición me gritaba que me alejara de Megan, que era un ser maligno y despiadado.
–Gracias–dije con indiferencia–donde esta Joseph?
–tu novio? –pregunto Megan, me sonroje.
–Claro que no–negué nerviosa–el es mi hermano–mentí.
–Ella sabe la verdad, Stephany–me informó Daniel–ella sabe que tu y Joseph no son hermanos y que tú y el son amantes.
Me sonroje aun más.
–Juro que no le diré a nadie–juró Megan.
Daniel sonrió y volvió a besar a su endemoniada novia, como podría estar Daniel con una hechicera? Elizabeth era un hechicera que le hiso la vida imposible a Daniel, como podría Daniel confiar en una hechicera?, acaso era yo la única que presentía lo maligna que Megan era? O solo era paranoia?
–¿tienes sed? –preguntó Daniel después de haberse despegado de su novia.
Asentí con la cabeza.
Daniel salió de la habitación luego de haberle guiñado el ojo a su “novia” aun no me acostumbraba a la simple idea, Daniel con novia? Era esto una broma? Y más si la novia se trataba de una hechicera.
–y…–rompí el silencio–¿Cómo se conocieron?
–Que te importa–respondió Megan.
–disculpa? –dije con una ceja arqueada.
–mira pequeña, no vine acá a ser amigas. La única razón por la que te salve la vida, es porque te necesito viva. No dejaría que murieras tan fácilmente, no sin antes haber sufrido un poco–me quede sorprendida, sabía que tanta amabilidad no podía ser verdadera, que la muy estúpida no era tan buena como aparentaba, sabía que tenía razón al pensar que era maligna.
–¿Quién eres en realidad? –pregunté.
–soy la hermana de Elizabeth, te acuerdas de ella? –quede muda, tenía razón, Megan tenía un aire familiar, ella me recordaba a Elizabeth y como no hacerlo, cuando ella era su hermana.
– ¿qué quieres?, ¿venganza?
–no se para que te quiere mi hermana–admitió–solo sé que me mando a vigilarte. Debo mantenerte viva, porque si alguien te va a asesinar, esa será Elizabeth–dijo fríamente con una voz maligna– ella quiere tener el honor de asesinarte con sus propias manos, ella desea torturarte y luego matarte.
Sentí miedo.
–crees que no le diré a Daniel? –dije segura.
–no le dirás. Por si no lo sabes, Daniel está completamente enamorado de mí, yo lo hipnotizó, si le pido que se lance de un acantilado él lo hará. –concreto con un aire superficial y superior. –No te creerá–concluyó.
Daniel entró a la habitación y me entrego amablemente un vaso de agua fría.
–como están? –Inquirió Daniel–se la llevan bien?
–Claro amor–mintió Megan– Stephany es un encanto.
Sentí repugnancia y lastima por Daniel, Megan lo estaba manipulando y él le correspondía como un perrito faldero.
–Amor debo irme–dijo Megan después de ver la hora en su reloj de plata.
–Está bien–acepto Daniel–por la noche nos vemos.
Megan asintió y salió de la casa con un caminado sensual y seductor.
–estas muy enamorado? –le pregunte preocupada.
–más de lo que crees.
Pasaron unos cuantos minutos más hasta que el timbre de la casa sonó.
–Yo abriré– Daniel se ofreció para abrir la puerta, pero la puerta fue derrumbada por 3 hermosos demonios con ropa de marca y aroma hipnotizarte.
– ¿donde esta? ¿Está bien? –escuche la voz de Joseph llena de preocupación.
–Está en mi habitación– indicó Daniel.
A la rapidez de un parpadeo, Joseph me tenía acorralada entre sus brazos y sus besos, me besaba por todas partes, en la boca, frente, mejilla, cuello. Toda mi cara quedo llena de los dulces y deliciosos besos de Joseph, sus fuertes brazos me abrazaban estrujándome con gran fuerza, dolía un poco, aun así deseaba seguir abrazada con Joseph por más tiempo, me hacía falta, estaba completa al sentir el contacto de su piel, al exhalar su exquisito aroma, al llenarme de sus exquisitos besos.
–no te vuelvas a ir, por favor–suplicó Joseph. Me quede patidifusa. Joseph Brown suplicando? Era algo que no iba con su estilo, el había prometido jamás rebajarse, jamás suplicar ni pedir. Pero en este momento Joseph se encontraba vulnerable suplicándome. Me sentí amada.
Sebastián y avril aparecieron en la habitación.
– ¡oye! –Se quejo Sebastián– al menos déjala respirar, la vas a asfixiar.
Joseph se aparto lentamente de mi.
– ¿Dónde estabas Stephany? –preguntó Sebastián–me tienes hartó, estas castigada! –gritó fingiendo enojo, me recordó mi padre y luego me abrazo suavemente–me tenias muy preocupado–agregó luego de besarme la mejilla.
–La próxima vez que te vayas a escapar–dijo avril a la vez que negaba con la cabeza en forma de desaprobación– la próxima me invitas. –avril sonrió mientras me regalaba un cálido abrazo.
Las próximas horas me las pase explicando que había pasado y donde estaba.
–Así que el estúpido angelito te llevo al paraíso–mascullo Joseph.
–pero desapareciste 5 días completos! –exclamo avril.
–¿¡5 días!? –dije sorprendida. Desde mi perspectiva del tiempo solo había desaparecido una noche.
–Si–intervino Daniel–hace 4 horas te encontramos, y la mayoría de tiempo estuviste inconsciente.
–imposible–asevere–solo estuve unas cuantas horas con Austin en el paraíso.
–en el paraíso, una hora es básicamente un día aquí en la tierra–explicó Sebastián.
Eso lo explicaba todo. Pero había algo que aun no concordaba. Que había pasado con Austin? “tranquila mi dulce mortal, tu angelito está bien. Solo lo adormecí durante el viaje” recordé las palabras de Alex. Donde estaba Austin?
La noche cayó rápido, los chicos me trataban muy bien, más de lo debido. Me atendían a todas mis necesidades como si estuviera enferma. Solo desaparecí unos días y ya armaban un espectáculo.
–te extrañe–susurro Joseph cuando ya no quedaba nadie más en la habitación a excepción de él y yo.
–yo también–susurre acariciando su suave cabello.
–salimos? –preguntó levantándose de la cama y extendiéndome la mano. Delicadamente se la tome y asentí con la cabeza.
–Pero no estoy arreglada–me apresure a decir antes de salir.
–para mi estas perfecta–expreso con su voz hipnotizarte–además, vamos a ir a un lugar secreto, no necesitas arreglarte.
Joseph me sonrió.
Salimos de la casa y al igual que Austin, Joseph extendió unas hermosas alas negras, sus alas resplandecían y deslumbraban. Joseph me sujeto de la cintura y empezó a agitar suavemente sus gigantes y hermosas alas. En el camino no me percate de la altura a la que nos hallábamos, Joseph cantaba una hermosa nana que me arrullaba. Cada gesto que hacia Joseph me distraía y me olvidaba de la altura, era un momento tan perfecto.
Nos estacionamos en la azotea de un edificio, todo new york se vislumbraba hermoso con sus miles de luces.
–mira para arriba–sugirió Joseph. como dijo Joseph mire para arriba y me impresione con la perfecta y oscura noche. Esta noche no era como las típicas noches de new york en las que ni la luna se ve, en las que la luz de la ciudad oculta las bellas estrellas y las oscuras nubes esconden la luna. No; Esta noche estaba llena de estrellas por doquier, la luz de la luna iluminaba toda la cara de Joseph haciéndolo ver más perfecto, una estrella fugaz paso en medio del cielo.
–pide un deseo–susurro Joseph.
Asentí y desee: “deseo que Joseph siempre este conmigo, deseo que me ame como yo a él, deseo que nunca me deje y siempre estemos juntos hasta el fin de los tiempos”
–que deseaste? –inquirió Joseph curioso.
–Los deseos no se dicen–respondí.
–Espero que sea bueno–murmuro.
–lo es.
Se provoco por unos minutos un silencio tierno y acogedor.
–sabes porque vinimos aquí? –Joseph rompió el silencio.
–porque? –pregunte.
–se que es cursi…–se excuso–y tal vez un poco bobo…
–Joseph–le interrumpí–nada tuyo es bobo.
–Es que… te escribí algo–admitió sonrojado y avergonzado. –cuando no estabas, pensé que no volverías, que te habías quedado con Austin para siempre.
–eso nunca pasara–asegure–que escribiste?
–una extraña y fuerte sensación me embarga cada vez que estoy contigo. Nunca la había sentido, nunca la había experimentado pero es el refugio que mi alma ha encontrado, quizás este loco, o ya perdí la cabeza pero quisiera sentir esa extraña sensación a cada instante a cada momento. Cada vez que estoy contigo se me olvida todo, solo importas tú y nadie más que tú–Joseph tomo mi rostro con sus suaves manos, cada vez se acercaba mas a mí, mientras, nos mirábamos directo a los ojos, lo único que me interesaba era escuchar esas hermosas palabras y mirar ese brillo en su mirada con un toque de picardía– el más leve roce de tu piel me estremece, tus besos me enloquece y es por eso que tu ausencia me mata, me aniquila y me ahoga como si me faltara el aire. Te amo. –Joseph termino de recitar esa hermosa poesía, nuestras miradas aun se sostenían, era algo hipnótico. Joseph se acerco mas sin apartar ni un segundo su mirada de la mía, estaba tan perdida en sus ojos y en sus labios que me estremecí al sentir su mano acariciar mi mejilla. Segundos después cerré mis ojos y nos besamos como nunca antes, con pasión, amor, ternura, cariño, deseo.
–yo también te amo–dije al despegar nuestro labios.
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Hoola! Como están? Perdonemen por haberme tardado tanto en publicar el anterior cap es que estaba muy ocupada L aparte de eso no tuve muchos comentarios y ud muy bn sabe que sin comentarios me desanimo :/ ustedes son los que me alientan a seguir escribiendo, son mi motor! Muchos comentarios significan un cap mas rápido y mas inspirado! Espero q este cap les guste porque me esforze mucho en hacerlo (especialmente la poesía de Joseph) les gusto la poesía de Joseph? muy cursi? Díganme su opinión! Es demasiado important para mi J
brenda lautner♥ : (http://tuynicknovela.blogspot.com/) GRACIAS!! ESE PREMIOO ESTA HERMOSISIMOOO YO adoro tu blog! Esta muy muy bna la nove! :D sigue así!!! Tu bog a mi tambn me encantaaa (perdón por no agradecértelo a tiempo es que e estado muy ocupada :I )
este capitulo se lo voy a dedicar a: Ashly.Rodrig3z
gracias por siempre comentar y ser una fiel seguidora :D